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Neumáticos de invierno: varios cuentos de hadas y una verdad – Que todo conductor debe conocer

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Pregunta: ¿te consideras un experto en neumáticos de invierno? ¡Demuéstranoslo! Indica si son ciertas o falsas las siguientes afirmaciones:

  • Puedes distinguir un neumático de invierno por su marcaje M+S en el flanco.
  • En Europa, el uso de neumáticos de invierno es, por norma general, obligatorio.
  • Las cubiertas de invierno estrechas son mejores que las anchas.
  • Las gomas de invierno no han sido diseñadas para rodar a altas velocidades.
  • Los neumáticos de invierno requieren presiones más elevadas.
  • Las gomas invernales aumentan el consumo de combustible del coche.

Ahora presta atención a las siguientes secciones para distinguir las frases verdaderas y las que son simples (e invernales) cuentos de hadas. 

Más seguros y económicos: los neumáticos de invierno son más ventajosos en la estación fría

Si las temperaturas nocturnas descienden por debajo de los 0ºC, llega la hora de cambiar los neumáticos de verano por unos de invierno o todo tiempo. Este tipo de cubiertas cuentan con un compuesto que no se endurece ni se resquebraja cuando el mercurio desciende por debajo del punto de congelación. Además, su banda de rodadura contiene bloques y laminillas que resultan de gran ayuda para aumentar la adherencia sobre superficies cubiertas de hojas, nieve o incluso hielo. Las distancias de frenado de los neumáticos de invierno sobre piso mojado se reducen en un 20%. Y sin olvidar que su capacidad de tracción es mucho más grande. Este tipo de gomas cuentan con ventajas extra, como una gran estabilidad al volante, especialmente en curva, una mayor manejabilidad, menor desgaste y mayor kilometraje. Los neumáticos de invierno, pues, no sólo son mejores en la estación fría, sino más económicos. Y a causa de sus magníficos valores en resistencia a la rodadura, las propuestas de los principales fabricantes de cubiertas no incrementan el consumo de combustible del vehículo.

   

No existe una normativa uniforme sobre neumáticos de invierno en Europa

En algunos países del viejo continente, como Bélgica o España, no existen requerimientos legales que obliguen a utilizar cubiertas invernales. En Alemania, su uso es obligado en determinadas circunstancias –cuando la carretera está cubierta de nieve o hielo, por ejemplo–, y, además, es obligatorio montar gomas con pictograma invernal en el flanco. En Croacia existe una obligación general de utilizar neumáticos de invierno durante un período concreto de tiempo. Así que, en resumen, si viajas al extranjero, asegúrate antes de indagar en la ley de cada país para evitar posibles multas.

   

Los indicativos en el flanco distinguen a los neumáticos que permiten conducir en condiciones invernales de la carretera

Deben aparecer, como mínimo, el marcaje M+S (o las variantes M&S, M-S y MS), a menudo acompañado del pictograma invernal 3PMSF (representado por un copo de nieve en una montaña con tres picos). Sólo así se garantizan las mejores prestaciones cuando la temperatura cae por debajo de 7ºC. Esta simbología también acredita haber superado una prueba específica de homologación del neumático para conducir sobre nieve. En este sentido, es importante prestar atención al código de velocidad de la cubierta invernal, que aparece inscrito en el flanco y que debe ser igual o superior a la especificada por el fabricante del coche.

Cuándo comprar neumáticos de invierno

La legislación tan sólo obliga a hacerlo cuando la profundidad mínima del dibujo sea inferior a 1,6 mm. Sin embargo, los expertos advierten de que llegar a este extremo puede comportar serios problemas en materia de seguridad. Además, en el caso de los neumáticos de invierno o todo tiempo, el dibujo debe tener al menos 4 mm de grosor para ofrecer adherencia sobre agua, nieve o barro. Y, por descontado, al igual que en cualquier otra cubierta, la presencia de grietas, cortes o bultos obligan a reemplazarla.

   

Quienes hacen pocos kilómetros deben prestar atención a la fecha de fabricación de los neumáticos

Los neumáticos de invierno modernos contienen antioxidantes. Por este motivo, sus propiedades apenas se resienten durante la vida útil del producto. Con todo, el oxígeno del aire ataca directamente la goma de la cubierta y, con el paso de los años, puede llegar a alterar su comportamiento. El nivel de agarre desciende, las distancias de frenada se alargan y el comportamiento en curva empeora. Si no utilizas el coche cada día deberías no sólo prestar atención a la profundidad de la banda de rodadura y el estado general de cada goma, sino también a su edad. Encontrarás este dato en el flanco. En concreto, tras la abreviatura DOT, que va acompañada de un número de cuatro cifras que indica la fecha de producción. Los dos primeros dígitos representan la semana del año y, a continuación, la abreviatura del ejercicio en cuestión. Por ejemplo, la secuencia 3414 indica que el neumático se fabricó durante la semana 34 del año 2014. Los clubes del automóvil recomiendan no utilizar cubiertas de coche con más de diez años a cuestas.

   

No ruedes a gran ritmo con unos neumáticos de invierno recién cambiados

Toda nueva cubierta requiere de una cierta cantidad de tiempo antes de llegar al 100% de encaje con la llanta en la que está montada. La pasta que se utiliza durante el montaje, que asegura que la goma se instale en la llanta sin dañarla, debe secarse del todo. Por este motivo, no exijas demasiado al neumático durante los primeros 300 km, particularmente en aceleraciones, curvas y frenadas. Suavizar todas estas maniobras te evitarás la necesidad de volver a equilibrarla.

   

El riesgo de una presión de inflado incorrecta

Si la presión es demasiado baja, el neumático perderá agarre, lo que aumentará las distancias de frenada… y perjudicará el comportamiento en curva. Porque cada décima de menos tiene su repercusión (negativa) en el momento en que las fuerzas laterales entran en acción. La falta de presión en las ruedas traseras puede provocar sobreviraje en las curvas y hacer el coche más perezoso en los cambios de carril. Además, si la presión es muy baja, la resistencia a la rodadura aumenta y, conectado a ella, también lo hace el consumo de combustible. Y hay más, ya que el riesgo de sufrir daños internos en la goma aumentan. 

Una cantidad de aire excesiva también perjudica las prestaciones y la seguridad de marcha. En este caso, el área central de la banda de rodadura queda más abultada, reduciendo la huella de contacto con la carretera. ¿Las consecuencias?: menor agarre y estabilidad en curva, y aumento del riesgo de patinaje. Ah, y un desgaste irregular del neumático, particularmente elevado en la zona central.

   

Los neumáticos de invierno requieren presiones mayores en casos excepcionales

Las cubiertas de verano o invierno necesitan la misma presión en frío, valor que determina, en todo caso, el fabricante del vehículo. Normalmente se ofrecen opciones en función de la carga y el uso del coche. En la época más fría del invierno, puede tener sentido añadir 0,2 bar extra a los neumáticos a fin de reducir el efecto que tiene sobre la presión el descenso de las temperaturas. Nunca más.

   

Etiqueta energética: cómo interpretarla correctamente para los neumáticos de invierno

La calidad de una cubierta invernal no puede reconocerse por su simple apariencia. La etiqueta energética nos puede dar una primera orientación. A este respecto, los compradores pueden deducir sus prestaciones estudiando tres categorías: consumo de combustible, frenada sobre piso mojado y nivel de ruido. Pero, ¡cuidado! Los valores no deben, jamás, compararse con los de neumáticos equivalentes de verano. No podemos olvidar que los compuestos y dibujos invernales se han diseñado específicamente para condiciones de frío y nieve, por lo que gozan de mayores propiedades funcionales que un producto alternativo de verano. Por este motivo, es habitual que los neumáticos de invierno exhiban peores valoraciones que los de verano.

   

En busca de la perfección: neumáticos de equipo original

Si buscas un producto invernal óptimo para tu modelo de coche, te recomendamos acudir a los neumáticos OE (equipo original). Este tipo de gomas se han desarrollado específicamente para entre el fabricante del automóvil y el de neumáticos, por lo que ofrecen el equipamiento perfecto. La aportación del neumático en las prestaciones deseadas en el modelo en cuestión alcanza el 50%.

   

Los neumáticos de invierno estrechos no son mejores que los más anchos

Los neumáticos anchos con un diseño óptimo de la banda de rodadura ofrecen una mayor tracción. Esto significa que la anchura de la huella de contacto convierte mejor la fuerza motriz del motor en movimiento hacia delante o hacia atrás, y por supuesto durante la frenada. Las cubiertas estrechas tan sólo son necesarias si se precisa de mayor espacio para alojar cadenas.

Conclusión

Todas las proclamas sobre neumáticos de invierno que mostramos en el inicio del artículo son, de hecho, cuentos de hadas. Toda persona que pase un tiempo notable al volante en invierno, conduzca un modelo de altas prestaciones y prefiera la conducción deportiva debe, sin duda, optar por este tipo de producto. De este modo minimizará el riesgo de sufrir un accidente e incrementará la protección de los demás usuarios de la vía.