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Cómo hacer más sostenible tu coche

Te presentamos cuatro ideas que –mientras se generaliza la movilidad de bajo impacto medioambiental– pueden ayudar a mejorar a tu vehículo en este apartado

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Mientras seguimos a la espera de la masificación de la movilidad verde, no está de más que empecemos a pensar en clave sostenible con nuestro coche actual. Y bastará con hacer algunos cambios, como llevar su mantenimiento al día o comprobar la presión y el desgaste de los neumáticos con regularidad para asegurarnos siempre unas prestaciones óptimas y el mínimo consumo de combustible. Añade a la ecuación una conducción suave y a velocidad moderada para viajar seguro y contaminando lo mínimo posible, o incluso la limitación del uso de accesorios eléctricos como el aire acondicionado o la radio.

1. MANTENIMIENTO AL DÍA

Cuidar tu coche asegura una vida más larga y “sana”, conservando sus máximas prestaciones. Respeta los períodos indicados por el fabricante a la hora de relevar el lubricante, las bujías o los filtros. Es importante ser metódico en ello y hacerlo, al menos, una vez al año. Además, en cada cambio de estación o cuando toque iniciar un trayecto largo, no está de más que acudas a tu taller de neumáticos de confianza para repasar el desgaste de la banda de rodadura y la presión, adecuándola a la temperatura y a la carga a bordo.

A menudo olvidamos los efectos negativos sobre el consumo de combustible de un coche mal cargado o sobrecargado. O el perjuicio que tiene en la aerodinámica (y, en consecuencia, en el confort acústico de marcha y, de nuevo, el gasto de carburante) que tiene transportar accesorios que no utilizamos, como un baúl de techo, un portabicis o un portaesquís.

2. Conduce con cuidado y de forma uniforme

Acelera y frena siempre gradualmente, no de forma abrupta, y adapta tu ritmo al del coche que tienes delante, intentando mantener siempre una velocidad moderada y constante. La concentración al volante es fundamental, y anticiparte a un tráfico que ralentiza la marcha te protegerá de cualquier contratiempo –propio o ajeno.

Cambia de marchas con cuidado y evita las frenadas bruscas. Opta en su lugar por levantar el pie del acelerador con antelación y aprovechar el freno motor –tu mecánica lo agradecerá. A la hora de cambiar, hazlo cuando el motor alcance las 2.000 o 2.500 rpm (si conduces un coche de gasolina) o entre 1.500 y 2.000 rpm si es de gasóleo. Viaja a una velocidad baja y constante para optimizar el gasto energético.

Los coches de nueva generación incluyen un modo ECO que optimiza al máximo todos los parámetros del coche en busca del mínimo gasto de combustible. Si tu vehículo lo tiene, actívalo; el medio ambiente te lo agradecerá.

Pero hay más. ¿Por qué no apagar el motor cuando estamos parados en un atasco o esperando a alguien aparcado en doble fila? Si conduces un automóvil moderno, no deberás preocuparte de girar la llave; basta con activar el sistema start & stop.

3. LIMITA EL USO DE ACCESORIOS ELECTRÓNICOS

En verano, especialmente si circulas a pleno sol, el habitáculo sube de temperatura y puede alcanzar valores muy altos. Por el contrario, en invierno, si dejas el coche aparcado en la calle, la temperatura será muy baja, con un alto porcentaje de humedad e incluso hielo en los cristales. En estos casos extremos, reducir el uso del aire acondicionado es casi imposible, pero este elemento es responsable de incrementar el consumo un promedio del 25%. Si tienes que utilizarlo, te recomendamos ajustarlo a una temperatura constante, que no sea demasiado alta ni demasiado baja, además de ventilar a menudo el interior abriendo ligeramente las ventanas (eso sí, no lo hagas a más de 60 km/h, porque en ese caso actuarán de freno aerodinámico… y sí, ¡gastarás más!). Pero hay más. Dispositivos como los asientos o vidrios calefactables deben reducirse al mínimo, ya que consumen una gran cantidad de energía.

A la hora de conducir, hay pocas cosas más agradables y relajantes que escuchar tus canciones preferidas a todo volumen, pero para tu desgracia este comportamiento no hace precisamente que tu coche sea más ‘verde'… Si deseas contener el consumo, limita el uso de los sistemas de amplificación y no pongas la radio a todo trapo. La solución ideal es mantener un volumen moderado o, mejor incluso, apagarla y disfrutar de un viaje en silencio.

4. USA TU VEHÍCULO CON CABEZA

Los coches suelen tener cinco asientos pero raramente ocupas todos ellos. ¿Qué te parece compartir espacio y trayecto con dos, tres o cuatro pasajeros? El car sharing es bueno para el medio ambiente y para tu cartera, ya que permite dividir gastos (y emisiones). 

Por otra parte, las carreteras hipercongestionadas y los atascos son un enemigo de tu estado de ánimo y también del medio ambiente, por lo que mide bien tus horas y momentos de desplazamiento. Muévete en coche sólo si es estrictamente necesario. En hora punta en ciudad, por ejemplo, opta por métodos de movilidad eléctrica alternativos, como patinetes o bicicletas eléctricas, que te permitirán evitar el tráfico y moverte con cero emisiones.