Si eres de dejar las cosas para el último momento seguro que no tienes planes para tus vacaciones de verano. ¡No te preocupes! Tanto si buscas desconectar cerca del mar, como si prefieres las actividades al aire libre en la naturaleza, te presentamos tres destinos nacionales para vivir unas vacaciones diferentes.
LA CAPITAL DE LOS DEPORTES NÁUTICOS: TARIFA
En la provincia de Cádiz encontraremos el punto más meridional de Europa y más cercano a África: Tarifa.
Sus extensas y preciosas playas siempre están acompañadas por el viento de levante. Esta peculiar combinación hace de Tarifa un paraíso para los amantes del kitesurf, flysurf, paddle surf, submarinismo y otros deportes náuticos.
Si eres más de tomar el sol que de divertirte en el agua, una parada imprescindible de tu viaje es la playa de Bolonia, un arenal salvaje que te dejará boquiabierto. Además, muy cerca de él se encuentra una impresionante duna de más de 30 metros de altura.
Y de las playas de arena fina y agua cristalina, pasamos a la naturaleza. El municipio de Tarifa cuenta con cuatro espacios naturales protegidos entre los que se encuentra el parque natural de los Alcornocales y el parque natural del Estrecho, dos paradas imprescindibles para vivir en primera persona la diversidad paisajística.
Además de estos encantos naturales, Tarifa cuenta con un gran atractivo histórico. En nuestra visita podremos disfrutar de numerosos restos prehistóricos, vestigios fenicios y otros hallazgos arqueológicos sorprendentes.
El broche de oro para tus vacaciones será la gastronomía gaditana, sus sabores te harán disfrutar al máximo tu experiencia en el sur.
EL “GRAN CAÑÓN” LEONÉS: LAS MÉDULAS
Nos adentramos en Castilla y León, concretamente en el suroeste de El Bierzo, para admirar uno de los paisajes naturales más asombrosos del territorio nacional: Las Médulas.
Y tan asombrosos resulta, que Las Médulas están reconocidas como Patrimonio Mundial por la Unesco, Bien de Interés Cultura y Monumento Natural.
Su característica arena rojiza cubierta de castaños y robles dotan al paisaje de un ligero aire al Gran Cañón. Así que si eres fan de la fotografía no puedes perderte este destino, y es que Las Médulas bien merecen unos disparos.
Están consideradas la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio Romano. Los trabajos realizados en las explotaciones auríferas alteraron el paisaje leonés hasta convertirlo en lo que hoy conocemos.
Guarda un día para visitar la zona y anímate a hacer alguna ruta de senderismo o en coche. Así podrás disfrutar de las mejores vistas desde miradores como el de Orellán o Pedrices.
EN EL MEDIO DEL OCÉANO: ISLAS CÍES
Las Islas Cíes son una parada obligatoria si visitamos las Rías Baixas. Este paraje natural de playas de ensueño y fauna y flora únicas, forma parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia.
La mejor forma de descubrir las islas es realizar alguna de sus rutas. Las gaviotas serán tus compañeras de viaje y cuando llegues a los miradores podrás observar y sentir como nunca el océano.
Tras una caminata, toca el merecido descanso. Las Islas Cíes cuentan con nueve playas, todas ellas con fina arena blanca, aguas cristalinas y mucha tranquilidad.
Y como la tranquilidad y la belleza del paisaje engancha, existe la posibilidad de pernoctar en la isla. Dormir en el camping es garantía de una puesta de sol de película.
Si estás pensando en visitarlas, te recomendamos reservar con mucha antelación ya que el aforo está controlado.
