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El legado de Pirelli en el mundo de los rallies

Pirelli regresa este año al Campeonato del Mundo de Rallies (WRC), enésimo capítulo de una historia que empezó a escribirse coincidiendo con los orígenes del certamen, en el año 1973

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Achim Warmbold fue el primer ganador con neumáticos Pirelli en la historia del Mundial. Lo logró en la propia temporada inaugural y al volante de coches distintos: el Fiat Abarth 124 (con el que ganó en Polonia) y el BMW 2002 (Austria).

El título mundial se reservaba por entonces exclusivamente a las marcas, y Lancia era por entonces el rival a batir. La firma italiana encadenó tres cetros consecutivos entre 1974 y 1976 calzando gomas Pirelli en su increíble Stratos. En este período sobresalen también las tres victorias consecutivas en el rally de Montecarlo de Sandro Munari al volante de ese mismo vehículo, hoy día convertido en objeto de culto.

Munari alzaría el primer título mundial de pilotos de todos los tiempos, la Copa FIA para Pilotos de Rally, en 1977. Su sucesor en el palmarés fue otro corredor equipado con neumáticos Pirelli, Markku Alen, en este caso a bordo de un Fiat 131 Abarth. En 1980, Walter Rohrl se proclamó campeón del mundo de nuevo a bordo de un Fiat Abarth calzado por gomas del fabricante milanés. Al año siguiente, Ari Vatanen le tomó el relevo con un hito histórico, al convertirse en el primer vencedor del certamen con un coche totalmente privado, un Ford Escort calzado, cómo no, con cubiertas de la P lunga.

Años después llegaría la era de los Grupo B, período en el que Pirelli equiparía al bello Lancia 037 –vencedor del título de constructores en el año 1983–, así como a su sucesor, el Delta S4. El binomio Lancia-Pirelli se alzó también con el primer título de la nueva era de los Grupo A, en este caso con Juha Kankkunen a los mandos.

En la década de los noventa, Pirelli suministró los neumáticos del primer modelo fabricado en Japón campeón del WRC: el Toyota Celica. Su piloto también fue pionero en su país, ni más ni menos que el español Carlos Sainz, que sumó en 1990 y 1992 dos títulos para la historia. El Celica no sería la única creación nipona en brillar con cubiertas italianas; poco después, el Impreza tomó el relevo y llevó en volandas al cetro a Petter Solberg y a los malogrados Colin McRae y Richard Burns.

Llegado el siglo XXI, Pirelli se convirtió en suministrador exclusivo del WRC entre 2008 y 2010 (temporadas que vieron a Sébastien Loeb vencer sus últimos dos mundiales), una relación que se retoma en 2021.