Sostenibilidad

Mantener la distancia

Nos recuperaremos del brote de coronavirus. Pero probablemente algunas características de nuestro viejo mundo –y también del modo como nos movíamos en él– cambiarán para siempre. Ojalá que para mejor…

Home Life Sostenibilidad Mantener la distancia

Los esfuerzos de los gobiernos para contener la pandemia Covid-19 han limitado nuestra libertad de movimiento. La mayoría de nosotros seguimos confinados en zonas muy restringidas, todas ellas con nuestro hogar como epicentro, desde las que se nos reclama mantener una distancia de dos metros respecto a cualquier persona con la que nos crucemos fuera de casa.

Todavía no sabemos cómo retomaremos el hábito de viajar en los próximos meses –o puede que años. Sin embargo, la experiencia de confinamiento seguro que alterará nuestra actitud hacia la movilidad.

Volver a empezar

En opinión de la profesora de gestión de la London Business School, Lynda Gratton, el confinamiento puede ejercer de una suerte de “experimento de masa” que podría hacer aflorar un comportamiento social que se había tornado insostenible y darnos la oportunidad para replanteárnoslo.

“Hemos adoptado malos hábitos: un exceso de reuniones, viajes largos y no pasar demasiado tiempo con los niños”, detalla. “Nuestra huella de carbono, nuestra salud mental y este constante usar y tirar nos había alertado de que algo no iba bien, pero por unas razones u otras no habíamos sido capaces de cambiar de hábitos. Esta situación nos brinda la oportunidad de volver a empezar”.

En la lista de Gratton el peaje a pagar individualmente por unos trabajos bajo alta presión y unas vidas que precisan de una implicación excesiva colisiona con una cuota planetaria que se paga en forma de polución y cambio climático. No es la única visión que piensa que la emergencia del coronavirus hará saltar a la palestra las profundas grietas de la forma en que vivimos, trabajamos y nos comportamos –y quizá, ojalá, nos dará una oportunidad para repensar estos hábitos y crear nuevas y mejores rutinas.

El nuevo desplazamiento al trabajo

Turno para los desplazamientos. Gratton cree que la experiencia del teletrabajo prolongado durante algunos meses cambiará la percepción hacia esta práctica. En concreto hacia la tecnología que ha simplificado la comunicación y abre la posibilidad de realizar videoconferencias.

Para muchos profesionales aumentará el volumen de trabajo desde casa en el escenario post pandemia, al menos en algún momento de cada semana. Con ello se aliviará la presión sobre el transporte público en una época en la que será, sin duda, menos placentero compartir espacios abarrotados de personas. La recuperación de la libertad de movimientos en China, por ejemplo, estuvo ligada a un incremento del uso del coche particular, según recoge The Economist, como reacción de las personas al respeto de la distancia social. Además, el uso del metro en las ciudades grandes se ha reducido casi dos tercios. Con probabilidad seremos también más flexibles en lo que respecta a los horarios de desplazamiento hacia el trabajo si es que nos dirigimos a una oficina, a fin de limitar las multitudes.

En el caso de las distancias cortas, de 2 km o inferiores, probablemente se disfrute de una mayor libertad de elección. Las soluciones más lógicas son el desplazamiento a pie, la bicicleta, e-bike o los pequeños utilitarios eléctricos –tendencias que ya se estaban desplegando en muchas ciudades. En el Reino Unido, la industria ciclista ha detectado un incremento del negocio en las semanas previas a la petición gubernamental de quedarse en casa y evitar el transporte público. Los talleres de reparación de bicicletas han vivido su particular agosto con la recuperación del estado de marcha para muchas viejas bicicletas.

El contacto ‘online' gana peso

Mientras no hayamos erradicado el virus, es posible que debamos repensar el contacto personal en todas nuestras rutinas diarias. “¿Existe alguna posibilidad de hacer este trámite en línea?', nos preguntaremos, ¿cuál es el motivo para hacerlo de forma presencial?” escribe para la revista Politico Magazine Deborah Tannen, profesora de lingüística de la Universidad de Georgetown. Este cambio en nuestra mentalidad va a provocar una reformulación de múltiples actividades que, hasta ahora, se habían resistido a dar el salto a la red, como las citas médicas o incluso el voto.

Los viajes de trabajo también deberían considerarse. Gratton cita a un hombre de negocios chino que viajaba cada semana de Pekín a Shanghái cada semana para asistir a dos reuniones. Esta situación le ha llevado a descubrir que puede hacer exactamente lo mismo mediante videoconferencia, ganando además tiempo y ahorrando dinero. Desde luego, no piensa volver a volar.

No sabemos a ciencia cierta cómo saldremos del Covid-19, pero quizá esta crisis acabe alterando algunos de nuestros hábitos más destructivos. Se abre un rayo de esperanza a que estos cambios conviertan nuestro mundo en más sano, sostenible y humano.