Define las presiones en frío a un valor 0,4 bar por debajo de la presión operativa requerida. Conduce el coche durante 3 o 4 vueltas para aumentar la temperatura de los neumáticos, regresa a continuación al pit-lane y reajusta inmediatamente las presiones fijando el valor operativo. Si es posible, sigue chequeando las referencias en ‘caliente’ a lo largo de toda la jornada en circuito.

Pirelli recomienda utilizar aire comprimido convencional (preferiblemente seco) para el inflado del neumático, siempre que se sigan los procedimientos referidos anteriormente. No es necesario utilizar gases especiales, como el nitrógeno, a menos que la fuente de aire sea excesivamente húmeda. También aconsejamos utilizar válvulas de metal en lugar de las de goma, ya que son más resistentes a altas temperaturas.
Antes de abandonar el circuito deja que los neumáticos se enfríen, Y NO OLVIDES REASJUSTAR SUS PRESIONES A LOS VALORES RECOMENDADOS POR EL FABRICANTE DEL VEHÍCULO.

Antes de acudir con tu coche a un circuito pregunta a un profesional toda la información relativa a su preparación y a la instalación de equipamiento de seguridad especializado.
Por ejemplo, para conducir en pista es fundamental instalar un arnés de seguridad multipunto con hebilla central de liberación rápida. Este equipamiento debe sujetar con firmeza al piloto en el asiento (elemento que también debe contar con una fijación segura), una característica muy importante en caso de accidente y también deseable a la hora de afrontar virajes o frenadas fuertes. El arnés será más efectivo si lo instalas en un asiento de competición, que incorpora apoyos laterales para que el piloto esté siempre sentado en una posición adecuada. También se aconseja instalar una barra antivuelco. Optar por una jaula antivuelco completa o extintores puede ser recomendable en función del tipo de actividad que se practique.

De nuevo, acude a un profesional para conocer todo el equipamiento necesario.