“El concepto de la letra mayúscula alargada horizontalmente cubriendo las demás letras, a modo de techo, nació en Nueva York en el año 1908. Fue una improvisación de la agencia que gestionaba la comunicación de Pirelli en la zona”.
La Rivista Pirelli describe de este modo el nacimiento del logotipo de la compañía. El artículo titulado “Una P lunga cinquant'anni” (una P alargada de 50 años), publicado en 1958 y obra del poeta y escritor Vittorio Sereni, responsable del departamento de prensa de la época, celebraba el cincuenta aniversario del logo. Su texto explora la importancia de trabajar la representación gráfica de la marca en el entonces ultracompetitivo mercado estadounidense.
La otra versión de la historia apunta que la P estilizada se añadió en honor al fundador de la compañía, Giovan Battista Pirelli, que firmaba utilizando este mismo recurso. Sea como fuere, y como bien subraya Sereni en su artículo de 1958, la P alargada lleva implícita la idea de elasticidad, una de las características principales del caucho, que sin duda sigue vigente hoy día.
En los inicios del siglo XX, Pirelli se necesitaba una marca comercial para subrayar sus primeros éxitos en el mundo del deporte. No en vano, en 1907 la marca venía de suministrar cubiertas para el Itala de Barzini y Borghese ganador del exigente rally Pekín-París tras completar 17.000 kilómetros por carreteras pedregosas, enfangadas y polvorientas.
La P alargada permaneció inalterada con el paso de los años, si bien la tipografía de la palabra ha cambiado en algunas ocasiones. Antes de 1908, el logo de Pirelli compartía espacio con otros componentes, caso del símbolo de la estrella –habitual en la época ya que servía para ilustrar a una reputada familia de neumáticos.
Poco después, la P alargada adoptó algunas variantes, como la de mediados de los años diez, cuando se añadió la palabra Pneu en su interior. Una de las representaciones más famosas de esta combinación es la que luce sobre el capó y el radiador de un monoplaza de color rojo. La palabra Pneu reapareció en la década siguiente, si bien con una medida más proporcionada. Con el paso de los años se fueron normalizando la relación entre base y altura del logotipo, la anchura del trazo y la tipografía.
En 1961, los especialistas Studio Unimark y Studio Cerri & Associati recibieron el encargo de revisar el logotipo. El nuevo restyling llegaría en 1982 de la mano del diseñador Salvatore Gregorietti. En 1997 se escribió el manual de uso de la marca –todavía vigente–, que debemos al diseñador gráfico Pierluigi Cerri, y que ilustra las referencias cromáticas precisas, alineaciones y otros detalles.
