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¿Cuándo se deben montar los neumáticos de invierno?

Los neumáticos de verano e invierno cuentan con características específicas para hacer sus trayectos más seguros a lo largo de todo el año, siempre que los reemplace en el momento adecuado. Descubra a continuación cuáles son los momentos idóneos para hacerlo

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Con algunos años de retraso respecto a otros países europeos, el cambio estacional de los neumáticos se ha ido transformando en hábito para la mayoría conductores italianos, más allá de los residentes en las regiones norteñas del país.

La oposición demostrada antaño ya ha sido vencida por la certeza de disfrutar de los neumáticos más adecuados para climas con cambios significativos entre el verano y el invierno, relegando el aspecto económico a un aspecto secundario.

Ha quedado comprobado que contar con un juego doble de neumáticos es una receta que funciona, y pagar por adelantado la suma de dinero requerida se convierte en una inversión que, a cambio, permite doblar el kilometraje y gozar de una conducción más segura durante todo el año.

¿Cuándo se deben montar los neumáticos de invierno?
¿Cuándo se deben montar los neumáticos de invierno?

LAS CUBIERTAS DEBEN SUSTITUIRSE EN OTOÑO Y PRIMAVERA

Tras algunos años de incertidumbre e inconsistencia legal, las fechas adecuadas para realizar el cambio de neumáticos son, como promedio, el 15 de noviembre y el 15 de abril, siempre dependiendo de las leyes de cada país.

Sin embargo, resulta impensable que millones de conductores realicen el cambio en sus coches a cuatro ruedas invernales en el mismo día de noviembre, o bien reemplazarlas por otro set de verano en abril con un idéntico espacio de 24 horas. Por ello, le recomendamos acudir a su especialista de habitual para encontrar la solución idónea.

Uno de los aspectos que seguro deberá considerar son los índices de velocidad de las cubiertas, aspecto en el que deberá tener en cuenta que quizá sea necesario dar un paso atrás. Antiguamente, las gomas de invierno estaban aprobadas para uso con velocidades relativamente lentas, una herencia que aún se arrastra a día de hoy. Pero esta problemática ha sido ya ampliamente superada y, por ejemplo, un turismo con neumáticos aprobados para el índice Y (de hasta 300 km/h) podrá calzar cubiertas invernales con una referencia V (de hasta 240 km/h). Por cierto, recuerde adherir en el salpicadero un adhesivo que le recordará no exceder este nuevo límite de velocidad. 

¿DIY O TALLER ESPECIALISTA?

El cambio estacional de neumáticos se puede realizar de dos modos. El primero requiere de la colaboración de su taller especializado, cuya tarea es montar la cubierta correspondiente en las cuatro llantas del coche. El segundo escenario ofrece una mayor independencia, siempre que se disponga de dos juegos de neumáticos separados, cada cual con su correspondiente set de llantas. Estas dos soluciones tienen sus propios pros y contras. En el primer caso se goza de la confianza de un experto en la materia para realizar el cambio, so pena de realizar una operación que, en el fondo, provoca un cierto estrés en la estructura del neumático.

Contar con un juego de gomas de invierno y otro de verano requiere, lógicamente, de una mayor inversión inicial para la compra de las llantas, pero ofrece unas ventajas que no debería menospreciar. De hecho, puede reemplazar las gomas por su cuenta y, además, utilizar llantas de menor diámetro y sección transversal (contempladas en la ficha técnica), ideales para los neumáticos invernales.

A ello se unen las repercusiones positivas en términos de confort y costes, ya que las llantas de aleación utilizadas para las cubiertas veraniegas pueden relevarse por unas más económicas de acero para el juego de gomas de invierno. Si su coche es un utilitario, el coste es tan bajo que la balanza se inclina con claridad hacia esta última opción.

Los momentos precisos para efectuar el cambio los acabará definiendo su especialista en neumáticos, que seguramente deberá gestionar centenares de casos como el suyo en el mismo período de tiempo. Sin embargo, tenga siempre en cuenta que al final será la meteorología la que terminará por dictaminar las fechas más adecuadas. A día de hoy está más que asumido que los neumáticos invernales funcionan mejor entre temperaturas de 7ºC a -20ºC. Por el contrario, los de verano, en particular si pertenecen al segmento UHP (altas prestaciones), rinden al máximo hasta los 40ºC, pero sufren cuando el termómetro cae por debajo de los 0ºC. Con ello no se puede inferir que una cubierta invernal no funcione con temperaturas de 25ºC, simplemente no podrá desplegar todas sus características y se acelerará su desgaste.

CUÁNDO COMPRAR

Si es la primera vez que adquiere unos neumáticos de invierno o los que ha adquirido ya están cerca del final de su vida útil, el momento ideal de adquisición de un nuevo juego no resulta baladí. Podrá parecerle absurdo, pero el más adecuado para hacerlo es el verano. En primer lugar, porque es el período en el que disfrutará de la casi total disponibilidad de marcas, modelos y medidas –no lo deje para el último minuto, a días (u horas) de una nevada segura. Y tenga en cuenta que, a nivel de costes, saldrá ganando.